Felicidades. El hecho de que esté leyendo este artículo indica su voluntad de explorar la posibilidad de dejar de fumar. ¿Sabía que ahora hay más exfumadores que fumadores activos?
¿Y sabía que cuantos más cigarrillos fume, mayor es su riesgo de diabetes tipo 2? De hecho, según los Centros para el Control de Enfermedades, los fumadores tienen entre un 30 y un 40 por ciento más de riesgo que los no fumadores. Si ya tiene diabetes, fumar lo pone en riesgo de sufrir las complicaciones más graves de la enfermedad. Para mantener a La Bestia alejada para siempre, deje de fumar.
Reducir el riesgo de diabetes es solo una de las muchas recompensas de dejar de fumar. También reducirá su riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y pulmonares, desde el momento en que deje de hacerlo. Dentro de los primeros 20 minutos de su último cigarrillo, su presión arterial comenzará a bajar. Dentro de un día, los niveles de monóxido de carbono en su cuerpo volverán a la normalidad. Dentro de una semana, correrá menos riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Y la comida tendrá mejor sabor a medida que su sentido del olfato y el gusto mejoren con cada día que pasa.
Haga un plan
Lleve un registro de lo que funciona mejor para usted y siga su plan hasta que las ansias de fumar desaparezcan para siempre. Aquí le indicamos cómo:
1. HABLE CON SU MÉDICO
Comuníquese con su proveedor de atención médica y programe una cita para discutir su intención de dejar de fumar. Su proveedor puede discutir un plan personalizado para dejar de fumar, incluida una posible terapia con medicamentos, que puede ayudarlo a dejar de fumar para siempre.
2. ELIJA UNA FECHA PARA DEJAR DE FUMAR
Es mejor más temprano que tarde, así que elija un día dentro de las próximas dos semanas. Informe a su familia y seres queridos su fecha para dejar de fumar y cómo pueden ayudarlo.
3. ESCRIBA TRES LISTAS
- Enumere todas las razones por las que quiere dejar de fumar. Guárdelas donde pueda leerlas todos los días.
- Enumere todas las horas, lugares y razones por las que desea fumar un cigarrillo. Estos son sus desencadenantes y pueden ser actividades, sentimientos o personas. Conocerlos puede ayudarlo a evitarlos o prepararse para ellos.
- Haga una lista de las cosas que puede probar cada vez que desee un cigarrillo. Estos pueden ser tan simples como respirar profundamente, salir a caminar, beber un vaso de agua, llamar a un amigo y volver a leer su lista de razones para dejar de fumar. La tecnología también está aquí para ayudar con estas herramientas del gobierno:
- TXT libre de humo: Un servicio de mensajes de texto que envía de 3 a 5 mensajes útiles al día.
- Líneas telefónicas para dejar de fumar: Si desea hablar con un consejero para dejar de fumar de inmediato, llame al 1–800–QUIT–NOW (1–800–784–8669).
4. ELIMINE RECORDATORIOS
Elimine los recordatorios de fumar (cigarrillos, ceniceros y encendedores) de su hogar, trabajo y automóvil. Y aléjese de los entornos de humo de segunda mano.
5. ESTÉ PREPARADO
Cuando deje de fumar, su cuerpo deberá adaptarse a dejar de tener nicotina, el químico adictivo de los cigarrillos. Puede sentirse irritable o tener dolor de cabeza el tercer día después de su último cigarrillo, cuando su cuerpo ya no tiene nicotina. Incluya en su plan cómo combatir estos síntomas. Con cada día que pasa sin fumar, los síntomas de abstinencia desaparecerán.
6. SEPA QUE PUEDEN OCURRIR RECAÍDAS
Es solo parte del proceso para dejar una adicción. Si fuma, vuelva a su plan. Piense en lo que sucedió cuando recayó. ¿Existe otra forma de contrarrestar ese deseo cuando vuelva a suceder en un momento similar? Y pida asistencia. Si bien dejar de fumar es su decisión, no tiene que hacerlo solo.
Estar sano se siente bien y le da la mayor libertad para vivir la vida en sus propios términos. Con su plan para dejar de fumar, comenzará a sentirse mejor de inmediato y reducirá su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, y esa es una forma poderosa de conquistar a La Bestia.